Queda poco para las próximas elecciones municipales y autonómicas, algo más para las generales. En definitiva, a lo largo de este año nuestros políticos están llamados a examen y ahora comienza la época de las promesas.
Muchos partidos, al igual que hicieron hace 4 años, piden colaboración, ayuda y participación para elaborar sus programas electorales. Como todos sabemos, un programa electoral es un conjunto de proyectos en los que te comprometes a trabajar si los ciudadanos te dan la suficiente confianza para hacerlos realidad o, por lo menos, interntarlo.
Y este es el problema, que ya se han hecho muchos programas electorales que han terminado siendo una lista interminable de compromisos incumplidos. En algunos casos porque no se podía pero nadie lo explicó o pidió ideas o colaboración para hacerlos realidad. En otros casos, ni tan siquiera se intentó o parece como si no se hubiera intentado, la sensación es la misma cuando la transparencia y la información brillan por su ausencia.
La situación podría ser muy distinta si las cosas se hubieran hecho o se hicieran de otra manera. Si, por ejemplo:
- Todos los partidos con representación hubieran propuesto al pleno que se abordaran los proyectos contemplados en sus respectivos programas electorales.
- Se hubieran explicado, con detalle y rigor, las dificultades para hacer realidad estas promesas.
- Se hubieran pedido ideas a militantes, simpatizantes y vecinos en general para poder resolver estos inconvenientes.
- Se hubiera ido analizando públicamente el grado de cumplimiento de estos compromisos como empezó a hacer la Agrupación Socialista de Miraflores en la edición de El Pregón número 31 publicado en diciembre de 2012. Lamentablemente en los siguientes números no se continuó dando cuenta del estado de cumplimiento del programa electoral.
Sin haber realizado este trabajo previo, pedir ideas para confeccionar un programa electoral suena más a un ¿qué os prometemos para nos votéis? que a ¿cómo mejoramos nuestro pueblo durante los próximos 4 años?
El tradicional incumplimiento de promesas, junto con la sensación de que los partidos políticos sólo se acuerdan de los ciudadanos cuando necesitan de nuestro voto, propicia la aparición de nuevas partidos políticos, o reencarnaciones de los ya existentes, que afirman que cumplirán sus promesas y nos tendrán en cuenta durante los 4 años y no únicamente en vísperas de elecciones.
La aparición de estas formaciones, justo antes de las elecciones, recuerda mucho a los partidos políticos tradicionales, sobre todo si tenemos en cuenta que la misma facilidad que tienen para aparecer, la tienen para diluirse tras las elecciones. Un buen ejemplo lo hemos tenido en Miraflores con IxM, desaparecido desde hace más de un año.
En unos pocos meses tendremos que elegir a quienes nos gobiernen, tendremos que decidir en quién confiamos para mantener, mejorar y ampliar los servicios públicos que prestan nuestras administraciones con el dinero que, entre todos, aportamos con nuestros impuestos. Unos comicios a los que la mayoría de los partidos políticos se presentan con los deberes sin hacer, sin haber hecho nada digno de mención para cumplir los compromisos adquiridos hace 4 años y habiendo ignorado sistemáticamente a sus electores a la hora de darles cuenta de las gestiones realizadas y sobre todo, habiendo olvidado involucrarles en la correspondiente toma de decisiones.
Ángel Martínez (AM)
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