jueves, 12 de marzo de 2015

De carrilanos, turistas y pureza de sangre

Soy vecino de Miraflores desde hace ya casi once años. Muchas veces he escuchado decir que nuestros representantes en el ayuntamiento, alcalde y concejales, deben pertenecer a una familia con arraigo en Miraflores desde generaciones. Nunca he estado de acuerdo con esta afirmación que considero, entre otras muchas cosas, cuanto menos, poco sensata. Sinceramente creo que entre  los principales valores que debemos buscar en nuestros representantes se encuentran la honradez y la capacidad de gestión sin importar el lugar en el que hayan nacido.

Lo que sí me parece muy relevante es que residan en Miraflores, no basta con que estén empadronados o que tengan familia que viva aquí.

El cargo de concejal no es un puesto de trabajo, es un cargo representativo.  Por lo tanto debe habitar donde lo hacen sus representados. ¿Alguien se imagina al presidente del gobierno de España viviendo en Lisboa?  Algo parecido es ser concejal en Miraflores y vivir en Madrid.

Un concejal que no reside en el pueblo nunca conoce los asuntos sobre los que gobierna de primera mano, siempre de oídas. Podrá ser muy buen gestor pero la realidad es que le preocuparán realmente los problemas que existan en donde realmente vive.

El hecho de vivir en el municipio del que se es concejal permite conocer, comprender y sentir la gestión municipal como propia. Al fin y al cabo, solamente cuando un concejal o un alcalde vive en el mismo municipio que sus representados comparte con ellos los aciertos y los errores de su gestión.

Si un concejal no reside en el pueblo, ni él o ella ni su familia sufren las nevadas, las heladas, los cortes de agua, tampoco utilizan  el centro de salud ,por lo tanto no les afecta directamente si hay o no hay suficiente cobertura médica ni la rapidez con la que llega una UVI móvil,  sus hijos no van a ningún colegio del pueblo (o no tienen que trasladarse  desde el pueblo al lugar en el que estudien). Estos, y otros muchos más ejemplos corroboran la evidente conveniencia de vivir donde se gobierna.

No parece de recibo, por mucho que proclamen su amor y su pureza de sangre, tener concejales que sean turistas en Miraflores. Personas que tienen en Miraflores una segunda residencia y  que vienen solo a pasar los fines de semana  y los veranos, estando sus verdaderos intereses cotidianos en otro lugar, el lugar en el que viven. De hecho, alguno tenemos actualmente en el ayuntamiento dentro de las filas del PP.

De acuerdo con este planteamiento y con lo que comenté en un post anterior,  hace unas semanas presenté  en mi partido, el PSOE de Miraflores, una propuesta  pidiendo que, entre otras cosas,  en nuestra lista no figure nadie que no resida en Miraflores.

Félix Santos (FS)

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